Finalmente consiguen acomodarlo cual muñeco de peluche, le limpian el pelo, y a sacarse fotos se ha dicho. Pareciera que esto se repite día a día, función tras función, ya que el día siguiente volvimos a concurrir para presenciar especialmente esta parte del “show”. Estas imágenes les permitirán sacar sus conclusiones y ustedes me dirán si esta es la actitud normal de un cachorro de tigre en buen estado de salud y sin estar bajo la influencia de drogas. ( siguientes 2 fotos)
En un último intento por zafarse el cachorro vuelve a caer, pero esta vez ya no puede volver a incorporarse, por lo cual proceden a arrastrarlo unos metros de la soga al cuello y de su cola. Aparece una cuarta persona delante en la foto que nos advierte que dejemos de sacar fotografias.. (foto abajo)
En un último intento por zafarse el cachorro vuelve a caer, pero esta vez ya no puede volver a incorporarse, por lo cual proceden a arrastrarlo unos metros de la soga al cuello y de su cola. Aparece una cuarta persona delante en la foto que nos advierte que dejemos de sacar fotografias.. (foto abajo)
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